Pedro Eugenio: Compartiendo mi opinión

Compilado por Luis Montes Brito

Un día como hoy 22 de Noviembre de 1824 Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador promulgan la Constitución que une a los cinco países en una Federación Centroamericana. Tras la independencia con respecto a España en 1821, y la desaparición del Primer Imperio Mexicano en 1823, los representantes de los cabildos de lo que alguna vez fue la Capitanía General de Guatemala, se reunieron en marzo de 1824 en la Ciudad de Guatemala. Un día como hoy 22 de noviembre de 1824 establecieron la Constitución de la República Federal de Centroamérica, compuesta por Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. La República Federal de Centro América fue una federación que surgió de la Asamblea Constituyente de las Provincias Unidas del Centro de América, un día como hoy 22 de noviembre de 1824, a través de la Constitución de la República Federal de Centroamérica de 1824. Su capital fue Ciudad de Guatemala hasta 1834; después fue Sonsonate por un breve período, y por último San Salvador, de 1834 a 1839. La Federación estaba formada por cinco Estados: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. En 1838 se formó un sexto Estado, Los Altos, con capital en la ciudad de Quezaltenango, con los territorios del occidente de Guatemala, y el territorio del actual Soconusco de Chiapas (México). El territorio de la Federación también incluía Belice como parte de Guatemala, aunque ya en esa época era fuerte la presencia británica en la región. Limitaba al suroeste con el Océano Pacífico, al noreste con el Mar Caribe, al sureste con Panamá (provincia de Nueva Granada), y al noroeste con México.

Un día como hoy 22 de Noviembre de 1955 en la CGT (Confederación General del Trabajo) en Buenos Aires, militares del Ejército Argentino secuestran el cadáver embalsamado de Eva Perón (1919-1953). Lo devolverán en 1973. Debido a un fulminante cáncer de útero, Eva Perón falleció el 26 de julio de 1952, a la edad de 33 años. Recibió honores oficiales siendo velada en el Congreso de la Nación y en la central sindical (CGT), con un reconocimiento multitudinario sin antecedentes en el país. Su cuerpo fue embalsamado y ubicado en la CGT. La dictadura cívico-militar autodenominada Revolución Libertadora secuestró y profanó su cadaver en 1955, ocultándolo durante dieciséis años. Durante la dictadura militar llamada Revolución Libertadora (1955-1958) que derrocó al presidente Juan Perón, un comando al mando del teniente coronel Carlos de Moori Koenig secuestró el cuerpo de Evita, un día como hoy 22 de noviembre de 1955 por la noche, que se encontraba en la CGT. El relato del ex mayor Jorge Dansey Gazcón difiere de ello ya que asegura que fue él quién lo trasladó. La orden la había dado el dictador al mando del país en ese momento, General Pedro Eugenio Aramburu. Desde ese momento se estableció un itinerario macabro y perverso. Moori Koenig puso el cadáver dentro de una camioneta y lo mantuvo en su interior durante varios meses, estacionándola en distintas calles de Buenos Aires, en depósitos militares, o incluso en la casa de un militar. Una noche incluso, los militares llegaron a matar a una mujer embarazada confundiéndola con un comando peronista que pretendía recuperar el cadáver. Moori Koenig instaló el féretro de pie con el cadáver en su oficina. Una de las personas que vio en esas circunstancias el cadáver de Evita fue la cineasta María Luisa Bemberg. El dictador Pedro Eugenio Aramburu destituyó a Moori Koenig y le encomendó al coronel Héctor Cabanillas, sepultarlo clandestinamente. La llamada Operación Traslado fue diseñada por el entonces teniente coronel y luego dictador también Alejandro Agustín Lanusse, con la ayuda del sacerdote Francisco “Paco” Rotger, a cargo de quien recayó la responsabilidad de obtener la complicidad de la Iglesia a través del superior general de la orden de los paulinos, el padre Giovanni Penco, y el propio Papa Pío XII. El 23 de abril de 1957 el cadáver fue trasladado en secreto en el barco Conté Biancamano a Génova (Italia) en un ataúd que se explicaba pertenecía a una mujer llamada María Maggi de Magistris y fue enterrado bajo ese nombre en la tumba 41 del campo 86 del Cementerio Mayor de Milán. Las versiones se multiplicaron y el mito se agrandó. Hay versiones que sostienen que los militares mandaron realizar tres copias de cera de la momia, y que las enviaron a otro cementerio italiano, uno en Bélgica y otro en Alemania Occidental. En 1970 la organización guerrillera Montoneros secuestró a Aramburu, exigiendo entre otras cosas la aparición del cuerpo de Evita. Cabanillas entonces se movilizó para traerlo, pero no llegó a tiempo y Aramburu fue asesinado. En septiembre de 1971, el General Lanusse, dictador por entonces del país, le ordenó al coronel Cabanillas, organizar el “Operativo Retorno”. El cuerpo de Evita fue entonces desenterrado de la tumba clandestina en Milán y devuelto a Perón en Puerta de Hierro (Madrid). En tal acción participó el brigadier (R) Jorge Rojas Silveyra, embajador argentino en España. Al cadáver le faltaba un dedo que le fue cortado intencionalmente y presentaba un leve aplastamiento de la nariz, pero estaba en buenas condiciones generales. En 1974, ya con Perón de regreso en el país, los Montoneros secuestraron el cadáver de Aramburu con el fin de “canjearlo” por el cadáver de Evita. Ese mismo año, ya muerto Perón, su tercera esposa María Estela Martínez de Perón, decidió traer el cuerpo de Eva al país, y lo ubicó en la quinta presidencial. Mientras tanto, el gobierno de Isabel Perón comenzó a proyectar el Altar de la Patria, un mausoleo gigantesco que albergaría los restos de Juan Perón, Eva Duarte de Perón, y todos los próceres de la Argentina. En 1976 la dictadura militar que tomó el poder el 24 de marzo le entregó el cuerpo a la familia Duarte, que dispuso que fuera enterrada en la bóveda que su familia posee en…

Fonte: http://www.compartiendomiopinion.com/2016/11/

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